Desequilibrio de poder. Niños o niñas que acosan, usan su poder para controlar o dañar a otros: fuerza física, acceso a información desagradable o su popularidad.
Repetición. Los comportamientos acosadores suceden más de una vez, o bien tienen el potencial de producirse más de una vez.
Tipos de acoso:
Verbal: decir o escribir cosas desagradables (burlas, insultos, comentarios sexuales inapropiados, amenazas con causar daño,...)
Social: dañar la reputación o las relaciones de una persona (dejar a una persona de lado a propósito, decirles a otros niños que no deben ser amigos de una persona, divulgar rumores acerca de una persona, avergonzar a una persona en público)
Físico: dañar el cuerpo o las posesiones de una persona (golpear, patear, pellizcar, escupir, hacer tropezar, empujar, tomar o romper las cosas de otra persona, ...
Cómo evitar ser víctima de acoso
No te calles. Cuéntalo inmediatamente. No dejes pasar ni un solo día. Busca ayuda, no permitas ese trato injusto. Es la única manera de cortarlo. Los acosadores no cesan en su empeño por sí solos.
Qué pueden hacer las familias para evitar el acoso de alguno de sus miembros
Si detectas alguna señal de que tu hijo o hija tiene problemas de acoso (tristeza, no quiere ir al colegio, se pone malo los domingos, señales físicas, bajo rendimiento, etc.), actúa rápidamente. Ponte en contacto con la persona tutora y/o con el Equipo Directivo, para aclararlo cuanto antes.
Quizás cuando llega a tu conocimiento, hace tiempo que lo sufre en silencio. El acoso tarda mucho en saberse, porque la víctima siente vergüenza y se lo calla.


