El instituto en 1900

25/03/18

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El Instituto en 1900

“En el sitio llamado Campo Grande, planicie que domina al pueblo todo, se alzan los tres edificios, Consistorio, Escuelas e Instituto, formando con unas casas al Poniente una gran plaza superior en extensión y aspecto a cuantas habrá en Asturias en localidades de categoría igual a la de esta villa y puerto.
Los edificios son bien proporcionados y su aspecto es elegante, observándose en los tres cierta simetría en el cuerpo central de la fachada, en cuya parte inferior se abren tres sencillos arcos de medio punto que dan acceso al pequeño vestíbulo o pórtico que da paso a la puerta principal. El Ayuntamiento está situado al Norte de la gran plaza, y su fachada posterior, hermoseada también con pórtico de tres arcos sencillos, lleva sobre el cuerpo superior una pequeña torre de reloj para que éste pueda ser así visto continuamente por el vecindario que se extiende a sus pies. En el edificio de Escuelas hay un buen salón de actos, en el que, sin perjudicar a ninguno de los servicios a que aquéllos responden, está instalada el Círculo de Recreo.

El Instituto

Hechas las obras referidas bajo la dirección y planos del arquitecto Juan María Yáñez Caballero y Rodríguez Trelles, éste puso especial cuidado en que el Instituto respondiese a la importancia que estaba llamado a tener el edificio que hijo de una idea fecunda y plausible, iba a ser el presente más rico y provechoso de Casariego a su villa natal. Por eso desde luego se ve en la fachada del Instituto labor más correcta, líneas más elegantes, y más esmerada ornamentación; como se revela en tal fachada con sus tres lápidas superiores, la del centro que lleva esculpida sobre bruñido mármol la inscripción Instituto de segunda enseñanza, y las colocadas sobre los dos balcones laterales, la una expresando la fecha y reinado de la fundación, y la otra revelando el pensamiento del bienhechor de Tapia en esta sencilla forma:

FERNANDO FERNÁNDEZ CASARIEGO EN SEÑAL DE AFECTO A LA JUVENTUD ESTUDIOSA

La escalera principal del establecimiento es ancha y clara, dividiéndose en dos tramos desde su centro o descanso, en cuyo punto y en parte alta y visible del muro se lee la significativa frase: Salve al Fundador, con que el arquitecto denotó la gratitud perpetua que respondiendo á la inscripción de la fachada, debieran conservar siempre hacia el protector generoso de Tapia cuantos en su Instituto llegaron a obtener la cultura del espíritu. En el centro del edificio hay un atrio de doce arcos, tres por cada lado, o pequeño claustro al que corresponden clara y hermosa galería en el piso (….) Los Gabinetes de Física e Historia Natural contienen el material científico más indispensable para la enseñanza en máquinas y aparatos, animales disecados y planchas murales, productos químicos, etc.; así como las aulas de Matemáticas están dotadas de colecciones y útiles; y en la de Geografía no faltan los modelos de esferas y los mapas murales de más uso en la Geografía antigua y moderna. Merecen por último citarse como dependencias en el Instituto: el salón de actos, decorado con lujo y elegancia; la Dirección, donde ocupa preferente lugar un retrato al óleo del inolvidable y magnífico señor Casariego, de exacto parecido, y, por último, la sala de profesores, cuyas paredes ostentan en hermoso marco el diploma de honor que con medalla de bronce le fue otorgado en la Exposición de París, celebrada en 1878, al Instituto de Casariego.

Fue autorizada por el Ministerio de Fomento la creación del Instituto; y, coadyuvando con todo celo al planteamiento de las primeras enseñanzas el Rectorado del Distrito, nombrado director al celosísimo presbítero doctor don Antonio Tol y Cancio, pudo al fin lucir para el progreso de Tapia el día 16 de septiembre de 1867, fecha memorable en que se realizó la solemne apertura e inauguración del Instituto de Casariego con asistencia del Director y Profesores interinos y la representación oficial que allí tuvieron el Alcalde del concejo don Ramón Reguero y Valledor; el Diputado a Cortes por el distrito don Alejandrino Menéndez de Luarca; el Arcipreste del partido Francisco Trelles, párroco de Folgueras, y el Juez municipal don Lino Villamil. En los cursos de 1868 a 70 los Catedráticos lo eran todos por oposición, formando con algunos distinguidos auxiliares un lucido Claustro que en suficiencia e ilustración podía sin duda competir con los primeros de igual enseñanza del reino.

Los frutos recogidos por tan diligentes maestros y los que en años posteriores les sucedieron no han podido ser más satisfactorios para la localidad y para la región toda, inclusos los próximos concejos de la provincia de Lugo; pues de las aulas de Tapia salió una juventud tan estudiosa como instruida, que en las diversas carreras, foro, milicia, judicatura, etc., etc., honran al establecimiento en que fueron educados y aleccionados.”

Extraído de: Bellmunt y Canella. ASTURIAS Tomo III, 1900

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