Esta es la historia de un buen alumno del IES Luces. Gonzalo llegó al instituto en el 2006 (¡Parece que fue ayer, Gonza!). Después de la secundaria cursó con nosotros estudios de auxiliar de explotaciones ganaderas. Nunca le faltaron entusiasmo y ganas de hacer cosas nuevas. Tenía vocación de estudiante y era muy resuelto para todo aquello que le concernía. No podía eludir sus circunstancias, pero cada día acudía al instituto con una sonrisa y jamás se le oyó quejarse de tedio o aburrimiento. Contó con el apoyo incondicional de la familia, que alentó sus inquietudes y le enseñó a confiar en el presente y, lo que es más importante, en el futuro, sobreponiéndose a miradas compasivas y observaciones lacerantes. Fuimos testigos de su inserción laboral, y algunos tuvimos la oportunidad de verle desempeñar con mimo labores de creciente dificultad, donde las dotes del trabajador terminaban imponiéndose a prejuicios y planteamientos humanistas de tercera división.

Hoy, aquellos que todavía guardamos memoria de su paso por Luces nos mostramos orgullosos del progreso de nuestro alumno, de su asunción de responsabilidades y de su consolidación como profesional en la misma medida en que nos declaramos satisfechos de todos los estudiantes del instituto de Colunga que tuvieron, tienen y tendrán ganas, ilusión, disciplina y confianza y que poco a poco van descubriendo el lugar que les corresponde en este planeta imperfectamente esférico al que llamamos mundo.

Más información: La Voz de Asturias.