Hacer una exposición implicando a todos el alumnado del instituto no es nada fácil. Se necesita un impulso inicial que haga visible los esfuerzos por componer "algo" que tenga sentido. En este caso, hacer una tabla periiódica gigante en las cristaleras del edificio resulta interesante y llama a colaborar.

Por otro lado está la propia exposición, donde se acumulan objetos aparentemente sin sentido, por lo que hemos de darle significado a todas y cada una de las piezas, registradas como especímenes "únicos" que nos han de servir para entender el conocimiento científico que se oculta tras los 118 símbolos químicos que figuran en nuestra tabla. Para impulsar un poco más el proyecto hemos inscrito la actividad en la página oficial del año internacional de la Tabla Periódica, promovida por la UNESCO y Union of Pure and Applied Chemistry (IUPAC).