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Elemental, querido Mendeleiev

Elemental, querido Mendeleiev

17/06/19

Seguimos recolectando elementos... A escala científica, lo estamos haciendo en un tiempo prudencial, sobre todo si tenemos en cuenta que Mendeleiev se pasó toda la vida modificando y actualizando su tabla (en lo sucesivo, LTP). Y es que a pesar de sus numerosas virtudes, distaba de ser la clasificación regular y sistemática que actualmente está respaldada por un sólido corpus de conocimiento científico. La contribución definitiva que confirió a LTP esa estampa de inocente cartón de bingo se la debemos a Henry Moseley. Este físico entregó su prometedora vida en las trincheras de la primera guerra mundial: una bala traicionera le boló los sesos con tan solo 27 añitos, mientras se ocupaba de una tarea rutinaria. Pero antes de alistarse incorporó la noción de número atómico a nuestra clasificación, acabando así con cualquier vana esperanza de toparse con elementos que no hubieran reservado su correspondiente plaza en LTP.

Sin embargo, los espacios vacíos constituyeron una velada invitación a que equipos completos de físicos y químicos de todo el mundo se lanzaran a identificar lo que necesariamente quedaba por descubrir, en una carrera por hacerse con alguno de los contados pasajes que les elevarían a los altares de la ciencia..Aunque parezca un capítulo cerrado, especialistas y filósofos continúan debatiendo las virtudes relativas de las diferentes formas de presentar la tabla periódica misma​, e incluso la colocación de algunos elementos como el H (hay quien dice que debería ser el primero de los halógenos) o el He (que muchos  quieren verlo a la cabeza del Grupo 2). Los últimos fichajes, extremadamente inestables y endemoniadamente difíciles de sintetizar, han servido para completar el séptimo periodo. La rigurosa descripción de los 118 elementos ha sido uno de los logros colectivos más meritorios de la mente y el ingenio humanos. Así que de una forma u otra, en espiral, bidimensional o tridimensional, de plástico o papel, en blanco y negro o a colorines, tan solo nos resta añadir una cosa: completar la tabla periódica no es cosa de diez minutos...