Durante las últimas semanas hemos constituido una comisión para establecer un orden entre todos aquellos que presentaron su candidatura a participar en la movilidad ERASMUS+. Una vez valorados los méritos y circunstancias, los seleccionados y sus familias han sido informados del resultado, por lo que podemos pasar a la planificación del proyecto en sí. El primer paso ha sido la propuesta de fechas de ejecución: en estancias tan dilatadas es importante no interferir en el proceso educativo de los centros y garantizar la continuidad de los estudios. Por otro lado, empezamos a perfilar el desarrollo de los objetivos contemplados en el programa: clases prácticas, atención en línea, canales de comunicación entre profesores, formación en idiomas, visitas culturales… Y la posibilidad de convivir durante 20 días con estudiantes europeos que manifiestan nuestras mismas inquietudes e intereses profesionales. La coordinación resulta fundamental para exprimir al máximo las oportunidades que ofrece el programa. Aprovechamos la ocasión para volver a llamar la atención sobre los efectos de la pandemia y sus estragos, presentes o futuros, cuya evolución determinará si estamos en condiciones de llevar a buen puerto nuestras pretensiones o, por el contrario, debemos aplazarlas por enésima vez.

Dejamos constancia aquí del calendario inicial para general conocimiento de alumnos y profesores de formación profesional.