Historia

El Centro Integrado de Formación Profesional de los Sectores Industrial y de Servicios es un centro de nueva creación, pero su historia está ligada a la del centro del que nace por transformación: la Universidad Laboral de Gijón. Hereda, por tanto, una fuerte vinculación a la evolución de la Formación Profesional así como una importante tradición mecánica y un permanente afán por la innovación. Su nombre coloquial, CIFP “La Laboral”, evoca su origen.
 
La antigua Universidad Laboral fue concebida como centro puntero para impartir los planes de enseñanza profesional de los años 50, y por esa razón fue dotada de abundantes medios didácticos. Contaba también con un internado que llegó a superar los 1000 alumnos venidos de todos los puntos de España.
 
Su experiencia en la aplicación de la ley del 55 fue fecunda: es enorme la cantidad de Oficiales, Maestros e Ingenieros Técnicos que, formados en sus aulas y talleres, se reparten hoy día por toda la península. Pero aquella experiencia fue también innovadora: en el año 68 se constituía en la Laboral un experimental “Departamento de Enseñanza Programada” dedicado a la innovación pedagógica. Durante aquellos años también la Laboral se involucró de lleno en el desarrollo de la ley del 70.
 
Con la nueva ley del 70, en la Laboral se experimentaron especialidades como la de Montaje y Mantenimiento, que ofrecía como novedad unos Automatismos ceñidos entonces sólo a la neumática y la hidráulica. Nacieron también nuevas especialidades para el Estado español, como la de Soldadura. Paralelamente, participaba de una experiencia novedosa en España: integrar en un mismo centro al tronco general y a la formación profesional. La sección de BUP y COU llegó a superar en alumnado a la de FP.
 
A comienzos de los 70, la presión innovadora se cristalizó en el nacimiento del ITE (Instituto de las Técnicas Educativas), el cual se hizo cargo de la innovación educativa y la formación permanente del profesorado de todas las Universidades Laborales. El ITE permaneció en Gijón hasta el curso 1976-77, momento en el que tuvo lugar su traslado a Madrid.
 
Este historial educativo permitió a la Laboral convertirse en centro experimental cuando, en el año 83, se empezó a plantear lo que acabaría siendo la Ley LOGSE del 90. Durante el largo proceso de gestación de la ley nacieron en la Laboral los Módulos experimentales de Mantenimiento en Línea, Fabricación Mecánica y Fabricación Soldada. Aquellos Módulos experimentales fueron los embriones de los actuales Ciclos Formativos.
 
En aquel tiempo, el espectro de la Formación Profesional comenzaba a abrirse a nuevas especialidades, lo que propició la experimentación de nuevos Módulos como Informática, Salud Ambiental, Biblioteconomía, Animación Deportiva, Administración de Empresas, Comercio Interior y Comercio Internacional. Los Módulos experimentales supusieron una experiencia que involucró a gran parte de su profesorado (algunos de ellos fueron incorporados posteriormente como expertos docentes al equipo de diseño de la Familia Profesional de Fabricación Mecánica).
 
Paralelamente, el profesorado de la Laboral también participaba en el diseño del Bachillerato Técnico Industrial (diseño de la Tecnología y de la Mecánica), en el desarrollo del área de Tecnología de la ESO y en la experimentación del Bachillerato de Administración y Gestión (BAG).
 
Esta importante acción innovadora en lo curricular se vio completada en otros ámbitos. El disponer de un amplio internado permitía a la Laboral participar en numerosos proyectos europeos, desde intercambios de estudiantes hasta proyectos de colaboración con la Bretaña francesa al rebufo de un esfuerzo político por revitalizar el arco atlántico. La Residencia Estudiantil facilitaba el intercambio con el alumnado europeo para realizar la FCT, particularmente con Francia.
 
A comienzos de los 90, la experiencia en la innovación dio lugar al nacimiento entre sus muros del Centro de Formación, Innovación y Desarrollo de la Mecánica Industrial. Este centro asumió la responsabilidad del desarrollo curricular y la formación continua del profesorado del MEC correspondiente al sector de la mecánica industrial. Al mismo tiempo, sirvió de experimentación de las posibilidades de este tipo de centros; la Laboral fue su referente educativo y los talleres, su soporte técnico.
 
La creación de los Centros Integrados abre un nuevo camino a seguir: participar en la experimentación y desarrollo, en Asturias, de centros encargados de llevar a cabo la propuesta planteada por la LOGSE. Esta propuesta consiste en integrar en una única estructura las dos líneas de acción formativa en el campo profesional: la inicial, para una formación básica, general y completa en cada perfil profesional; y la ocupacional y continua, más directamente orientada hacia el mundo laboral. Para este nuevo trayecto, al Centro se le reconoce su amplio espectro de trabajo en la Formación Profesional, el cual queda reflejado en su nombre: “Centro Integrado de Formación Profesional de los Sectores Industrial y de Servicios”. Su vieja tradición industrial es reconocida al serle asignadas como familias de referencia las de Fabricación Mecánica y Madera y Mueble.
 
En estos pocos años de su nuevo funcionamiento, el Centro Integrado ha ido tomando conciencia de la nueva situación y ha participado colegiadamente con el resto de la red en intentar abrir el camino a esta forma integrada de actuar. Igualmente sus estructuras han evolucionado hacia las exigencias nacidas de los nuevos retos y ha procurado mantener su impulso innovador, como lo demuestra el hecho de que, en la última convocatoria planteada por el MEC para proyectos de innovación, el CIFP “La Laboral” resultase ser el centro involucrado en un mayor número de proyectos de todo el territorio nacional.